martes, 29 de julio de 2008
1978 - Judas Priest - Hell Bent For Leather
“British Steel”, “Screaming For Vengeance”, “Painkiller”... puede que hoy sean estos otros los discos más alabados de la trayectoria de Judas Priest. Pero “Hell Bent For Leather” culminaba de manera grandiosa una evolución que durante los 70s había dado a esta banda una serie de trabajos con un aire tan especial, que puede que ni los centenares de imitadores que han tenido desde el albor de los 80s, ni los propios Priest desde entonces, hayan vuelto a conseguir.
Más allá de que puedan ser o no “mejores” o “peores” discos, sí que se hace bastante evidente que de “British Steel” en adelante se asentó un sonido algo diferente que fueron sacando adelante reformándolo convenientemente en cada nuevo esfuerzo, pero que a esas alturas ya ponía mucho camino en medio desde “Sad Wings Of Destiny”o “Sin After Sin”.
“Hell Bent For Leather”, eso sí, adelantaba parte de ese sonido, el más rocoso y aguerrido de “British Steel”, y a la vez conservaba parte de la magia más rockera y setentera de sus predecesores. Y puede que por eso deba considerárselo como uno de sus discos más (o directamente “su disco” más) completos y variados.
Los diferentes registros de sus composiciones así lo abalan, recorriendo un espectacular espectro de posibilidades desde el rock melódico y radiable de “Evening Star” hasta el afilado y frenético heavy metal del tema homónimo, todo tipo de variaciones mediante.
Y así lo abalan también los distintos registros en la interpretación, ejemplificados en su máxima en la voz de Rob Halford, que salta otro nivel más dentro de su inigualable trayectoria para añadir a los agudos (dominantes por ejemplo en el inmediatamente anterior “Stained Class”) y graves limpios (que con tanto acierto intercalaba en los temas lentos de sus primeros trabajos) una nueva y especialmente emotiva y rockera voz dura y rasgada. Todo un protagonista de este disco, Halford, dejando claro que si es El Gran vocalista del heavy metal no es por haber dejado sólo el cliché de sus agudos imposibles, sino porque fue siempre capaz de escoger el mejor entre sus millones de recursos y por su amplísima variedad de registros. Personalmente, esa voz rockera y muy rasgada que luce por ejemplo en “Evil Fantasies” me es su “manera de cantar” favorita.
Volviendo a “Hell Bent For Leather”, puede que estas maneras más rudas respondieran en parte a la nueva imagen que se venían formando desde “Stained Class”. Esa tan característica hoy de Judas Priest -y por imitación del heavy metal en general- que adopta el cuero y los accesorios de metal como indumentaria, y la imaginería motera como lema, sacado todo ello de bares de carretera y ambientes de fuerte carga sexual (masoquismo, homosexualidad...) con intención de diferenciarse de manera clara y lanzarse ante el público. De hecho, la misma portada del disco ya reforzaba esta línea.
Publicado como “Killing Machine” el 9 de octubre de 1978 en UK, tuvo que “rebautizarse” para poder lanzarse al mercado USA e internacional sin problemas de “acogida moral”, y en marzo de ’79 aparecía en las tiendas americanas, y luego en las de todo el mundo, como “Hell Bent For Leather”.
De por medio, Judas Priest había tenido tiempo de añadir a la grabación una pista más, la versión de Fleetwood Mac "The Green Manalishi (with the Two-Prongued Crown)", que acabó por convertirse en uno de los mayores éxitos del álbum y en una imprescindible de su repertorio.
De aquí salió también el primer video de la banda, el de “Take On The World” –en el que vemos a un Halford ya ataviado en sus tradicionales cuero negro, metal, gafas oscuras y gorra-, junto al single de esta misma canción, acompañado de un directo de “Starbreaker” como cara B.
Precisamente este single atrajo especial espectación entre el público japonés, que recibiría en breve la visita de Judas Priest, y en esa gira nipona de “Hell Bent For Leather” obtendrían uno de sus primeros éxitos masivos en vivo y grabarían –de ahí que se la cuidara especialmente- su primer trabajo en directo, el célebre “Unleashed In The East”.
En esa misma gira, pero a su paso por Irlanda, se dió también la primera aparición de otro hecho ya clásico en su trayectoria: la entrada en escenario de Rob Halford montando una Harley Davidson para el comienzo del entonces nuevo tema “Hell Bent For Leather”. Maniobra casi aplacada por la policía local entonces, en adelante se convirtió en una constante para enloquecer al público.
Mucha historia, por tanto, acompaña a “Hell Bent For Leather”. Eso sí, para acabar de situar el disco, como mínimo cabría añadir que se trata de uno de los trabajos más citados como influencia y referencia de la NWOBHM que en poco tiempo estallaría en Gran Bretaña.
¿Hace falta algo más para que cualquier amante del heavy metal reverencie este álbum? Posiblemente no, pero sí para dar una idea de la enorme magnitud de este maravilloso conjunto, del que la experiencia dice que gana más y más con los años y las escuchas.
Así que repasémoslo tema a tema:
1. "Delivering the Goods" – 4:16
Primer cañonazo para abrir, descubriendo a la vez el sonido más pesado que consiguieron para su anterior “Stained Class” y que mostraban siempre en directo, y esos nuevos registros más rasgados, graves y aguerridos de Halford. Con la añadidura de un aire rock’n rollero y un no por habitual menos destacable excelente trabajo de guitarras, un tema absolutamente espectacular (puede que el antecesor a “Breaking The Law”) que quizá merecería mayor presencia en sus directos.
2. "Rock Forever" – 3:16
Un bajo pesado –al que hace mucho bien en todo el disco el mayor volumen que se le ha dado en la edición remasterizada, caso parecido al de los mínimos arreglos de teclados en otros temas- aguantando el tema para mayor juego de las guitarras y Halford que empieza a demostrar que puede cantar como él quiera, exhibiendo ahora voces más limpias y estirando notas a su voluntad. En general, un corte que engancha con un sonido más setentero.
3. "Evening Star" (Halford, Tipton) – 4:06
Nuevo cambio de estilo para el corte más radiable y accesible, que si bien podría parecer de primeras a fanáticos de otras etapas Priest algo fuera de lugar, acaba por aceptarse tan bien que ayuda a dar variedad al disco y a respirar espacio entre los anteriores y lo que se avecina.
4. "Hell Bent for Leather" (Tipton) – 2:41
Lo que se avecina no otra cosa que una descarga afiladísima de heavy metal de estribillo antológico marca de la casa que es hoy por hoy clásico ineludible de su repertorio. Alabar el trabajo de la dupla de guitarras Tipton & Downing sería casi caer en lo obvio, por algo son los maestros en esto.
5. "Take on the World" (Halford, Tipton) – 3:00
Tras la velocidad, “Take On The World” pasa al medio tiempo rock’n rollero de ritmo marcado de batería y estribillo hímnico, de nuevo con Halford espectacular en su papel más aguerrido. Como se ha dicho, single de éxito en su día, y un tema bastante incorporado a la cultura popular inglesa. Algo así como su “We Will Rock You” particular.
6. "Burnin' Up" (Downing, Tipton) – 4:07
Si queremos seguir con la camparación con Queen (argumento que perfectamente podría aguantarse bajo el peso de la presencia mediática que tenía “la reina” aquellos años), temas como “Burnin’ Up” dan pie a hablar de la variedad de influencias dentro del mismo disco. En este caso, unas guitarras que casi juguetean con el funk o el progresivo. Ésta es una orientación del disco en la que cabe señalar la aportación de la batería de Les Binks. Probablemente la más técnica y “sutil” que ha tenido Priest –sólo tocó en éste y el anterior trabajo, siendo sustituido por Dave Holland en “British Steel”- y que probablemente encajaba menos en los discos de los 80s. Otro tema injustamente olvidado.
7. "The Green Manalishi (With the Two-Pronged Crown)" (Peter Green) – 3:23
La versión que se comentaba antes, y que adquiere un empaque enorme de pesado pero brillante hard rock.
8. "Killing Machine" (Tipton) – 3:01
Otro tema curioso, que como “Rock Forever” o “Burnin’ Up” prefiere dejar el peso rítmico al bajo (puede que éste sea su disco donde el bajo es más notorio) y lucir eclecticismo en las guitarras, y de nuevo con unas atractivas melodías vocales de gusto setentero. Un corte de los que crecen con el tiempo.
9. "Running Wild" (Tipton) – 2:58
Y otro que por contra es totalmente inmediato. Un directo trallazo de heavy metal de los que crearon escuela de por muchos años.
10. "Before the Dawn" – 3:23
Vuelta total a la tortilla para encontrarnos con la balada del disco, un breve pero sentido corte de sobrecogedora atmósfera.
11. "Evil Fantasies" – 4:15
Y final de la mejor manera posible. Un temazo de hard rock clásico pero pesadísimo y agresivo, acentuado por una magistral y dura interpretación vocal, casi desquiciada en los tonos más rasgados, de un Rob Halford que nos recuerda que buenos cantantes hay muchos, pero que Dios sólo hay uno.
¿Es este álbum su mejor interpretación, o bien “Sad Wings Of Destiny”? En cualquier caso, un cierre fantástico para un disco de los que se funciona y se debe escuchar de una pieza, con calma y dispuestos a disfrutar de todo lo que puede dar.
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