
No merece menos con un talento como el que demuestra en el disco, quizá algo más homogéneo que el debut –que todavía tenía algún corte de aire más metalero repartido entre la mayoría melódica- y con un punto casi ochentero en algunas melodías y arreglos de teclados, pero en definitiva en la misma línea elegante que aquel primer álbum del 2005.
En resumen, AOR llamativo –mucha culpa la tiene el trabajo vocal- y con mucha clase.
Perfecto sería si en estos Place Vendome Kiske encontrara continuidad y estabilidad a largo plazo. Nos haría olvidar sus devaneos y salidas de tono –si este sonido es el que le gusta, fenomenal si lo hace tan bien-, y nos regalaría todo un grupo referencia en el rock melódico. Y de los que se recuerdan mucho tiempo.
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