No será la primera vez –ni la última- que nos encontramos con uno de estos “discos malditos” justo después del gran “bombazo” de una discografía. Será porque el éxito no siempre ayuda al talento, puede que porque estos trabajos suelen venir con aquel clásico “no llega al nivel del anterior” puesto de fábrica, o sencillamente porque el no cumplir con unas expectativas de ventas, puestas demasiado arriba como para repetirlas, los marca como un fracaso comercial que, sin embargo y aunque a veces nos olvidemos, no tiene por qué serlo también en lo musical.
En el caso de Meat Loaf, la “maldición” de “Dead Ringer” estaba echada desde que “Bat Out Of Hell” acabara por arrollar el mundo de la música de arriba a abajo. Hay quien dice que con un exitazo como ése entre manos, Marvin L. Aday se relajó –“se dio a la mala vida” añadirían algunos- y se decidió a tomarse un tiempo de vacaciones. La discográfica, sin embargo, viendo el tirón del invento de Aday y Steinman, no tragó con demoras y quiso sacar un segundo disco.
Steinman trabajaba en nuevo material, pero cuando Marvin intentó volver a la actividad tras ese parón se encontró con sus cuerdas vocales afectadas. Achaquémoslo a esa “mala vida” que decíamos. En el aprieto y con el vocalista abandonando, Steinman finalmente publicó "Bad for Good" bajo su propio nombre, y a pesar de que la discográfica añadió un llamativo “del creador de Bat Out Of Hell” la cosa no funcionó tan bien como se esperaba. Era necesario un disco de Meat Loaf.
No sin esfuerzo del cantante, lo tuvimos: “Dead Ringer” salía en breve aprovechando los temas que Steinman había escrito durante la época de éxito de “Bat Out Of Hell” y que nunca habían entrado a grabar. Pero la cosa no se había acabado de torcer todo lo que podía. En nada, hubieron dos discos a la vez, el de Steinmann y el de Meat Loaf, compitiendo en las tiendas y en las campañas de marketing –algo que llevó a que surgieran los problemas entre los dos socios, y a su conocida separación- y las ventas del segundo se resintieron. Unido a su caótica situación personal, la bajada comercial llevó al orondo vocalista a la ruina.
Hablar de la bajada de ventas de “Dead Ringer”, eso sí, resulta engañoso. El disco fue número 1 en UK, y tuvo tres singles de éxito, encabezados por aquel célebre “Dead Ringer For Love” en el que cantaba como artista invitada –otra de las maniobras comerciales de la disquera- Cher.
Así las cosas, lo de “fracaso”, sólo se puede explicar recordando que “Bat Out Of Hell” había sido, y es todavía hoy, uno de los discos más vendidos de la historia de la música. Y –reivindiquemos su valía- si aquel disco funcionó, “Dead Ringer” no debería haber merecido mucho menos.
Misma fórmula –rock’n roll, pianos, aires de divertido y casi bailable musical, baladas, algunas guitarras más pesadas y mucho protagonismo vocal- y resultado más que notorio. Pero ¿cuánta gente habrá que disfrute del aclamado disco del ’77 y ni haya dado una oportunidad a “Dead Ringer”? Para pensárselo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario