jueves, 7 de agosto de 2008

1984 - Queensrÿche - The Warning


Términos como “ópera rock”, “disco conceptual”, o -el más genérico para el metal- “progresivo” están tan arraigados en el panorama metal actual, que hace falta hacer memoria para darnos cuenta de que, si bien estuvieron a la orden del día en los gloriosos 70s en el terreno del rock, estos fueron casi olvidados durante años y años hasta que el campo estuvo lo suficientemente abonado para el nuevo boom, ahora metálico, una vez entrados los 90s. Y si hay que señalar un nombre entre esos “abonadores”, ése es el de Queensrÿche, sinónimo hoy de buen gusto y estandarte del heavy metal de mayor influencia progresiva (o para el progresivo) durante los 80s.

Lo de influencia “para el progresivo” es algo necesario de aclarar para quienes entiendan como “metal progresivo” las habituales y extensas exhibiciones técnicas de nuestros grupos contemporáneos. Lo de Queensrÿche fue básicamente en los 80s heavy metal. En la tradición más clásica y “Priestish”, si se quiere, pero –por contra- llevado, además de hacia un mayor gusto melódico, a algo tan limpio y pulido que impresionaba por su especial personalidad. Este tratamiento, también en las letras, los llevó en 1988 a publicar uno de los más conseguidos trabajos (su “Operation: Mindcrime”) en cuanto a concepto, desarrollando una historia de una manera tan maravillosa como sólo a “elegidos” como Pink Floyd se les ha reconocido.

Pero para entonces, Queensrÿche tenía ya una importante historia, y su primer gran capítulo es “The Warning”. Pero antes, el prólogo.
Fundados a principios de la década de los 80 por el guitarrista Michael Wilton y el baterista Scott Rockenfield –que eran miembros de una banda llamada “CrossFire”, cambiaron su nombre a “The Mob” tras la entrada de Chris DeGarmo y el bajista Eddie Jackson. El puesto de cantante fue de manera inestable para un tipo habitual de los clubs musicales que se resistía a trabajar de manera fija para una banda de heavy metal.

Quién le iba a decir a ese tipo, Geoff Tate, que se convertiría en una de las más respetadas e influyentes voces del género.
Una demo en 1981 llamó lo suficiente la atención para reclutar management de garantías, y a propuesta de éste, un tema de la demo “Queen Of The Reich”, sirvió para rebautizar el grupo de una manera más llamativa. Para 1983 algunos de esos mismos temas estaban lo suficientemente trabajados y aceptados por la crítica del underground como para publicarse con cierto éxito en forma de EP oficial. Sólo ante estas expectativas, Tate se convenció lo suficiente para aceptar su puesto de forma definitiva.

Y no era para menos. En vista de sus posibilidades, para la creación de su primer largo ya contaban con la ayuda del productor James Guthrie, quien había trabajado con gigantes como los citados Pink Floyd o Judas Priest. Publicado en 1984, “The Warning” respondía sin alardes en el aspecto comercial (un meritorio puesto 61 en el Billboard para un disco debut y un single, "Take Hold of the Flame", triunfando en ya en Japón) y con todas las garantías en el aspecto musical. Más “tocado” por el ambiente del rock progresivo que el primer EP pero eminentemente heavy, en los dos aspectos más si cabe que su siguiente disco, lucía un sonido y un empaque extraños para un primer disco.

De atractiva composición e impecable interpretación, destacándose el trabajo de Geoff Tate en esos registros limpios y agudos infinitamente imitados, que puede que no superados, por otras grandes voces del metal (con el evidente ejemplo de Michael Kiske, que casi clavó hasta el timbre), ha sido y es todo un disco de referencia –algo que se multiplicó en el todavía más famoso aunque más difícil “Operation: Mindcrime”- para formaciones de metal melódico y progresivo desde finales de los 80s. Repasémoslo brevemente:

1. "Warning" (Geoff Tate, Michael Wilton) – 4:46
Segundo (y último) single del disco y tema homónimo para una apertura a medio tiempo de bonitas melodías vocales en registros siempre agudos –como casi todo el disco- y un estribillo tan secillo como hímnico.

2. "En Force" (Chris DeGarmo) – 5:16
Más dinámico y cercano al heavy metal clásico de punto épico –en gran momento en ese año en los USA- es “En Force”, aunque igualmente limpio y de buen tratamiento instrumental.

3. "Deliverance" (Wilton) – 3:21
Y todavía más afilado, “Deliverance” asalta con riffs de la escuela Judas Priest (incluyamos cierto parecido a Maiden en esta misma rama) para dejar clara la convicción por el heavy metal de los primeros años del grupo.

4. "No Sanctuary" (DeGarmo, Tate) – 6:05
Una parada en el camino con un tema lento y ambiental de gusto baladero, aunque sin abandonar la tradición heavy metal clásica de Priest o Maiden.

5. "NM 156" (DeGarmo, Tate, Wilton) – 4:38
Y tras el respiro, nuevo asalto guitarrero en un tema que destaca especialmente por el atractivo y dinamismo de las líneas vocales.

6. "Take Hold of the Flame" (DeGarmo, Tate) – 4:57
El primer single del álbum, un tema que tras una entrada lenta se presenta como un medio tiempo con cierto gusto progresivo e importante gancho.



7. "Before the Storm" (Tate, Wilton) – 5:13
Más melodía para “Before The Storm”, en otro de esos temas que los amantes de los Helloween de Michael Kiske deberían repasar para comprender las raíces de ese grupo alemán.

8. "Child of Fire" (Tate, Wilton) – 4:34
En los mismos registros, y con otro estribillo coreable, “Child Of Fire” se adorna en un interludio central lento desembocado en un bonito solo de guitarra.

9. "Roads to Madness" (DeGarmo, Tate, Wilton) – 9:40
Y cierre con otro corte de punto épico que acaba por afirmar la regularidad y solidez de todo un conjunto que, partiendo de influencias claras consigue sin embargo definir un sonido propio, que con tiempo y los discos se convertiría en todo un estamento del mundo del rock duro y el metal.

1 comentario:

EL CIPRI dijo...

Otra banda imprescindible e infravalorada como pocas, y con una gran influencia, como bien dices, en todo lo que llegaríá a mediados de los 90 en adelante.

Quizá no sea su mejor disco este The Warning, pero es un gran disco début, confirmando todas las expectativas puestas en ellos después de su EP.

Saludos