
No será, pues, exactamente material nuevo, pero sí indudablemente bueno. Y para quien escuchara “Live Insurrection” no es una sorpresa. Sonido e interpretación espectaculares (como el otro mencionado directo de Halford, que parecía en plena forma a principios de década, además de muy acertado en la producción de este tipo de trabajos) y un repertorio, aquí sí, algo diferente que en aquél, pero igualmente portentoso. Las diferencias, claro, se deben a que ese año Halford ya tenía en mercado también a “Crucible” (recordemos que “Live Insurrection” es anterior, del 2001) e inevitablemente también tiene su peso (y mucho, al sonar tremendamente potentes en vivo) en el listado de temas junto, cómo no, a los cortes del debut, de la carrera de Halford en Fight y, por supuesto, a los clásicos de Judas Priest.
Para cualquier seguidor del Metal God o de Judas Priest esto es una garantía. Este tipo sí que sabe cómo arrasar en un disco directo y no podía dejar este material de lado en la revisión (pensemos que está remezclando y remasterizando también sus discos de estudio) que parece que esta haciendo de su época en Halford. Si lo hubiera hecho nos hubiéramos perdido uno de los lanzamientos más atractivos del año.
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