lunes, 11 de enero de 2010

2009 - Wolfmother - Cosmic Egg

Puede que por esa afición -tan extendida desde hace años- a endiosar a grupos nuevos que parecen "tener algo" (ya sea verdadero talento, imagen o "contactos") nos estemos perdiendo carreras interesantes, y por correr a encontrar a los ya demasiado tiempo esperados sustitutos de los grandes dinosaurios del rock las promesas aceleradamente "glorificados" se quedan en un debut, una fortuna pasajera... o en nada. O puede que sea porque cada vez estamos menos preparados para la constancia y el trabajo, y el primer éxito nos vale ya como meta.

Pero no es difícil a estas alturas encontrar, si conseguimos rescatarlas del olvido, a formaciones que los medios corrieron a proclamar como los nuevos paladines del género y en pocos años desaparecieron por completo de los primeros planos.
Es por eso que, aunque con un tiempo prudencial desde su lanzamiento ya se pueda decir que no tendrá ni de lejos la repercusión de su primer álbum, que Wolfmother (o lo que queda de ellos tras las inevitables peleas internas consecuencia de todo lo comentado -traducido en dinero y fama-) hayan conseguido seguir adelante publicando, por fin, su segundo disco debe ser considerado una muy buena noticia.

Cambios, además del descenso de la popularidad y los que han tenido en su formación, los hay. De parecer unos discípulos de los primeros Black Sabbath adornados con todo tipo de sonidos de los más añejos 70s (Led Zeppelin, Deep Purple...), han pasado a presentar su música como una amalgama de sonidos de esa época pero sin un patrón o una influencia sobresaliente entre las demás, en un conjunto globalmente más radiable y heterogéneo. Hay Black Sabbath, hay Zeppelin, sí, pero podemos reconocerlos en momentos concretos, asomando en un riff o en una melodía, como podemos ver también, por ejemplo, a unos Blue Öyster Cult tanto o más que aquellos, quizá por esa misma heterogeneidad que sigue siendo tan suya y aunque parezca que nadie quiera señalarlo. Pero ninguno de ellos puede hacerse responsable claro de este guión.

Puede que buscando un nuevo camino, puede que queriendo asentarse precisamente en estos estandarizados 70s de nuestros tiempos, esto es lo que han escogido Wolfmother para volver a escena jugándose todo lo que se jugaban y todo lo que se juegan los nuevos "aspirantes a dioses" de hoy en el casi siempre fatídico segundo álbum.

Musicalmente, no han salido mal parados si aceptamos que muchos cortes, en diferentes registros, tienen empaque e incluso gancho de sobras. ¿No funciona tanto "como disco" como el primero? Puede ser, pero yo apostaría que ese no va a ser el problema que los lleve, si los lleva, al olvido.
A lo mejor es cosa del público, y de que ya no queremos ni esperar a consolidar un nuevo dios, que eso nos quitaría tiempo para poder buscar otro nuevo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevo año, pero sigues tan acertado como siempre con los comentarios. Mucho echar la culpa a los medios, al dinero o a las disqueras, y al final el que cambia es el público

Anónimo dijo...

Todo lo demás cuenta, pero los que nos cargamos a los grupos somos nosotros.

Un saludo!
Toni