Que sí. Que este disco no aporta nada nuevo ni a la escena ni a la ya extensa carrera de Overkill, y que incluso es un paso atrás en su progresión respecto a esos últimos trabajos más creativos y ambiciosos. Pero es que dando ese paso atrás se han ido a tropezar con el gancho que tanta falta le hace (a Overkill y al thrash en general) si quiere volver a asomar la cabeza entre las preferencias del rockero/metalero medio.
¿Qué cómo lo han conseguido? Pues con una fórmula tan sencilla que a estas alturas y en ese mundillo del metal más duro actual, tan "experimental", debe ser de lo más complicado de encontrar: Mirando cómo se las gastaban los que empezaron este asunto. Y punto. Para sacar la rabia, la energía y aquella macarrería contagiosa y desenfrenada no hace falta más, porque el resto lo debe hacer el recuerdo de aquella música que nos llevó por este camino y que, para el caso de Overkill y a tenor de lo que se oye en "Ironbound", deben ser cosas como los primeros Metallica y los Accept más afilados de los primeros 80's.
Dicho de otra manera, "Ironbound" suena a algo entre "Kill'em All" y "Breaker" (grabado con los medios actuales, claro) y eso, es fácil pensar, le debe ser bastante al oyente de hoy como para no acercarse si anda buscando grandes complejidades o una especial belleza de sonido, y como para correr a echarse encima si lo que quiere es sacudir la cabeza con una sonrisa en la boca.
Claro, teniendo en cuenta que el público de Overkill es en su mayoría el de los viejos gigantes del thrash y el heavy más poderoso e imaginando sus preferencias, parece que han acertado al escoger rumbo.
miércoles, 27 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario