Cada uno de los ocho discos de estudio que Blue Öyster Cult
publicó antes de la primera ruptura de su formación original, aunque muy
especialmente los cuatro primeros y el último de esa etapa, tiene seguidores
que lo consideran lo mejor de su discografía. La mayoría están de acuerdo, eso
sí, en que los inmediatamente posteriores a esa ruptura son los peores.
La explicación de esta extendida sensación, centrada en “The
Revölution by Night”, puede parecer tan sencilla como exagerada.
Para empezar, es el primer disco sin la formación original
al completo, que había aguantado toda una década de reconocimiento. Y ya
sabemos que los cambios de formación suelen traer polémicas.
El éxito de “Fire of Unknown Origin”, encabezado por el de
su hit-single “Burning for You” y rotundamente coronado por el de su posterior
gira, recogida en el impresionante “Extratrerrestial Live”, podía llevar a
pensar en una nueva era comercialmente dorada para el grupo, que había que
aprovechar. Y con la música de grupos como Foreigner, Survivor o Reo Speedwagon
reluciendo entre el mainstream americano, esa podía ser una línea a seguir que
no estaba del todo lejos de algunos de los muchos registros ya lucidos por la
banda de New York.
Albert Bouchard, batería original, salió del grupo durante
la mastodóntica gira de “Fire Of Unknown Origin”, y decidió ir por otros
caminos de carácter más complejo, embarcándose en la idea de una ópera rock
que, a la postre, acabaría publicándose años más tarde bajo el nombre de su
banda madre. Rick Downey, presentado en la gira que recoge “Extratrerrestial
Live” y por primera vez músico de estudio para BÖC en “The Revölution by
Night”, fue su sustituto, empezando así una dinámica que seguiría con el
teclista Allen Lanier fuera del grupo poco después de su publicación. Y si en
esto ya hay una parte de justificación para los más críticos, la segunda parte
es todavía más recurrente para este tipo de casos: el famoso “cambio de
estilo”.
En el caso de Blue Öyster Cult, hablar de un cambio de
estilo es algo bastante complicado. Está claro que “Tyranny & Mutation”
tiene poco que ver con “Fire Of Unkown Origin”, si de etiquetas musicales se
trata, y ambos son trabajos de gran reputación. Que desde “Secret Treaties”
habían ido evolucionando hacia una manera más personal, a la vez comercial y rica en matices de
entender el rock duro es algo evidente, y sabemos que habían sido capaces,
incluso en un mismo disco, de dar cabida al hard/heavy rock más rocoso, el pop
rock más atmosférico o el rock de tintes progresivos e influencia jazz. Que en
este momento incluyeran el rock melódico del mainstream entre su amplia lista
de recursos tampoco parece algo especialmente reseñable, así que puede que haya
que entender parte del rechazo a que, eso sí, el resultado (con ese barniz que
restringe parte de su creatividad) parece algo menos "suyo" que su material
anterior, además de menos variado.
En realidad, temas como “Take Me Away”, “Feel The Thunder”
(estas dos en un registro muy del Eric Bloom de siempre), “Veins” o “Dragon
Lady” (otras dos en el más clásico de Buck Dharma), no se habían movido mucho
de esa propuesta personal sobre la que venían variando desde “Secret Treaties”,
aunque se pueda decir (y quizá aquí está el punto) que “Take Me Away” no llegue
a la brillantez de un “E.T.I”, o que “Dragon Lady” ya no sorprenda tanto como
“Tattoo Vampire”, por comparar con clásicos anteriores de carácter similar.
Pero no por eso dejan de ser grandísimos temas. Incluso “Light Years of Love”
encajaría entre los momentos más relajados de “Spectres”, recordando a
“Celestial the Queen”. Y con estos y otros, es fácil encontrar una mayoría de
cortes que perfectamente pudieran tener cabida, por estilo y nivel, en otros
momentos de su discografía. Lo que puede que falte es alguno de esos bombazos
que siempre habían tenido sus discos. Porque ni siquiera en las letras (de
nuevo con la ciencia ficción como tema recurrente) hay excesivos cambios. En
algo relacionado con esto, eso sí, se centran algunas de las críticas más
feroces, ya que la sarta de tópicos rockeros que proclama “Let Go” suele
reprocharse duramente a quienes habían sido incluso capaces de resultar
elegantes hablando de contactos con alienígenas.
Por otro lado, los temas que sí muestran claramente esa
nueva vocación AOR (“Eyes on Fire” y “Shooting Shark”, especialmente) resultan
casi impecables en este registro, por mucho que abandonen parte de la fuerte
personalidad de BÖC. Y lo dicho, no dejan de ser unos pocos momentos que pueden dar otras texturas al disco, resultando algo distinto del siguiente "Club Ninja", que se centró precisamente en estos registros.
Así que, en resumen, más que resultar especialmente lejano
en sonido, la “diferencia” (para bien o para mal) en “The Revölution by Night”
la marca el “encorsetamiento”. O, por decirlo de otra manera, esa contención
dentro de unos parámetros menos flexibles que permitan momentos más
espectaculares. Y esa sensación de "modestia" no impide, claro, que resulte un disco muy disfrutable, divertido e
incluso más homogéneo, sabiendo que esto último es algo que algunos de los “no
muy seguidores” del grupo echan en falta en sus discos clásicos.
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