Un unicornio con collar en una estancia rosa y enmarcada en
un paisaje fantástico. Dentro, la confirmación. Mágnum se habían pasado
definitivamente al AOR.
Fuera por intentar explotar de una vez por todas el tirón
popular que por fin habían empezado a conseguir con su último disco ,”On A
Storyteller’s Night”, o fuera por la influencia del “enlacado” ambiente de
aquel 1986, por excelencia año de la explosión de los cardados y demás
parafernalia de un tipo de rock duro muy concreto, los Magnum habían dejado atrás
una era... y abrían otra a lo grande.
Siempre habían sido un grupo de corte muy melódico, pero
había un trecho importante desde hacer una música que se movía entre los Queen
de los dos primeros discos (aquellos que más apostaban por el rock/hard rock
sinfónico) y los Scorpions de la misma época (entendamos con esto aquel heavy
rock radiable) a lo que proponía “Vigilante".
A estas alturas, los dos motivos apuntados parecen claros.
Por un lado, el disco se vendió más. Se coló en el Top-25 de
las listas británicas y se movió por los mismos puestos en las de media Europa,
preparando aún más el terreno para la llegada de la cima popular que tuvieron
con su siguiente (y Top-5) “Wings Of Heaven”. Y lo de “preparando el terreno”
en este caso es especialmente importante, puesto que los singles extraídos de
“Vigilante” se extendieron casi 10 meses en el tiempo, y fueron seguidos de un
recopilatorio de temas anteriores (señal de que se estaban poniendo de moda)
que casi conectó con la salida de su álbum más vendido y famoso. Si “Wings Of
Heaven” tiene tales honores, puede decirse, es en parte a “Vigilante”.
Por el otro lado, la influencia del sonido puramente
“ochentero”, o del rock más mediático de la época, es evidente. Escuchar los
teclados de "Sometime Love", por ejemplo, y revivir la moda de las hombreras es algo que
se mezcla naturalmente. Pero en fin, también Queen y los Scorpions, por volver
a esos dos grupos que se mencionaban como bases, estaban haciendo un giro
similar a mediados de los 80s.
Pero el caso es que la jugada no les salió nada mal. Ni
comercialmente, eso ha quedado claro, ni musicalmente. Sí, puede que no sea el
mejor disco de Magnum (sin duda es uno de los mejores, aunque la magia de gusto
“más setentero” del entonces ya pretérito “Chase the Dragon” sea difícil de
igualar) pero no se puede negar que sacaron todo el partido posible a su nueva
propuesta. Y de la mejor manera: con un disco corto pero repleto de potenciales
singles en varios registros. Baladones, medios tiempos coreables, temas
movidos, estribillos pegadizos, teclados, guitarras y, cómo no, la siempre
brillante voz de Bob Catley. Puede que su trabajo en este disco, derrochando
esa característica elegancia de corte tan clásico, sea una de las grandes
razones por las que el sonido de Magnum seguía siendo, a pesar de todo,
perfectamente reconocible. Tan bien les salió que, a partir de entonces, su
trayectoria se ha visto marcada principalmente por este tipo de sonidos más
AOR.
Y fue gracias a estos temas:
- "Lonely Night" — 3:48
Para empezar
el que fue el primer single. Escucharlo es entender por qué tuvo ese
privilegio.
- "Need a Lot of Love" — 4:48
Relajando algo el tono, uno de los cortes más famosos del
disco y de toda su carrera, power-ballad por todo lo alto que, ojo, ni siquiera
fue single de un álbum que iba bien servido de "hits".
- "Sometime Love" — 4:20
Más animado, y más estribillos pegadizos. Pegadiza y
“ochentera” hasta decir basta, hubiera sido otro excelente single.
- "Midnight (You Won't Be Sleeping)" — 4:01
Esta vez sí, aquí va el segundo single de “Vigilante”. Y
tiene todo lo que se puede pedir a un éxito de la época: entrada baladera,
subida de guitarras, estribillo animado y pegadizo, solo de saxo...
Ahora que tantas bandas triunfan recordando el sonido radiable y rockero de los
80s viene bien recordar cómo era todo esto en su estado original.
- "Red on the Highway" — 4:14
Después de cuatro temas de tipo “hit” podría parecer que la
cosa se agota. Pero nada de eso. Llega uno de los temas más puramente rockeros.
Y el disco lo agradece.
- "Holy Rider" — 5:17
Vuelta al sonido más relajado y muy “de la época”...
- "When the World Comes Down" — 5:20
...y vuelta al hit-single con el que fuera el tercer
sencillo del disco. Otro de sus temas más conocidos y una balada de corte épico
muy del gusto de aquellos años.
- "Vigilante" — 6:40
Una de las grandes virtudes del disco es su acertada
estructura. Tras un par de temas más relajados convenía algo de acción, y
“Vigilante” trae la trae de vuelta. Y sí, otro estribillo para enmarcar.
- "Back Street Kid" — 5:01
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