Quizá era demasiado difícil mantener el nivel que venían demostrando. O puede que les afectara la partida de Gary More. Quizá de repetente se encontraron fuera de lugar, abrumados por el estallido del heavy metal y el cambio en el rumbo musical del albor de los 80s. O puede que, sencillamente, fuera el público el que cambió y se entregó a las impresionantes novedades que trajo 1980 para el rock más duro, y el setentero sonido Lizzy quedó atrás. Pero el caso es que "Chinatown" marcó el inicio de la caída popular de uno de los más grandes grupos de los 70s, que acabó por desaparecer en pocos años.
¿Merecía el disco tal destino?, o de manera menos metafísica ¿realmente "Chinatown" traía algo muy diferente y peor a las reconocidas obras maestras anteriores? Pues básicamente no. Es cierto que demostraba cierto titubeo de estilos con la inclusión de algunos cortes que se intentaban acercar al emergente heavy de la época, y que añadidos a otros de aire más pop -quizá queriendo compensar en gancho comercial- y, cómo no, a otros con su rock de toda la vida, resultó un conjunto menos compacto que otros trabajos pretéritos, sin una dirección clara, como un reflejo del estado de la banda, o de su líder, de entonces.
Repasemos: se había producido la mencionada salida de Gary Moore, y no había sido de la manera más tranquila y correcta, en lo personal, con Lynott. Phil había tenido que buscar un sustituto al genial guitarrista irlandés sobre la marcha, y optó por uno que habían visto junto a David Gilmour en la gira de 'Animals' de Pink Floyd, que precisamente frecuentaba en el momento en el estudio contiguo al que estaba usando Thin Lizzy. A algo tan casual había que añadir que el guitarra en cuestión, Terence "Snowy" White, jamás había tenido nada que ver con el hard rock. Y más. Puestos a buscar nuevos miembros, Lynott probó temporalmente con la inclusión de un teclista, Tim Hinckley, que había trabajado con Bad Company y que a la postre fue el primer paso para la entrada del más estable Darren Wharton.
Todo junto parece suficiente circunstancia para provocar los titubeos mencionados, pero más allá de los jugueteos o cambios con el estilo puede decirse que la cosa funcionó. El disco seguía transmitiendo la personalidad de siempre, "Snowy" resultó un guitarrista de enormes condiciones para el rock duro y las pruebas con sonidos más heavys dieron nuevos clásicos para su repertorio como "Killer On The Loose" o el tema del título que podemos escuchar bajo estas líneas. ¿Que preferimos el sonido de "Black Rose" o "Jailbreak"? Pues ahí está esa maravilla de nombre “We Will Be Strong”, por ejemplo.
Bien, puede ser cierto que quien quiera conocer a Thin Lizzy deba empezar por clásicos como los dos mencionados, o incluso “Fighting” o “Bad Reputation”. Pero la grandeza de este grupo fue mucho más allá de eso y “Chinatown” es también un trabajo más que recomendable, que mereció mucha más suerte de la que tuvo.
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3 comentarios:
Pues sí, este es un muy buen disco, pero es normal que se haya visto eclipsado, ya que lo que venía antes e, incluso, ese Thunder And Lightning lo superan.
Aún así, como casi todo lo que que salía de la cabeza pensante del señor Lynott, es una genialidad.
Saludos
Para mi es el mejor disco
Para mi es el mejor disco
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