lunes, 23 de junio de 2008
1977 - Meat Loaf - Bat Out Of Hell
Tras una de las portadas más puramente heavys de la historia de la música se esconde sin embargo un trabajo diferente que poco tiene que ver con el sonido aguerrido y afilado que parece transmitir, pero que a la vez es uno de los discos más populares y vendidos del rock duro.
Y es que para aproximarse a “Bat Out Of Hell” hay que entenderlo dentro del contexto de su tiempo y la trayectoria de su principal autor. Lanzado en 1977, fue contemporáneo de aquella fiebre revival de los 50s en la que a finales de los 70s se rescató el gusto por el primer rock’n roll, el más bailable, a la vez que emergía con fuerza el otro gran sonido de las salas de fiesta, el disco. En esta segunda mitad de los 70s también se popularizaron las óperas rock y los musicales, y vimos cómo llegaban al éxito rotundo productos que explotaban todas aquellas influencias como la célebre “Grease”.
El propio Marvin Lee Aday –conocido por el sobrenombre de “Meat Loaf”-, pasando a la trayectoria personal, había participado en 1975 en otro conocidísimo film musical, la cinta de culto “The Rocky Horror Picture Show”, y a parte de su carrera de actor/cantante en proyectos de este tipo había comenzado su andadura puramente musical encabezando diversas bandas de rock’n roll que telonearon a los Who, los Stooges o a los Them de Van Morrison, y grabando voces para Ted Nugent.
Así las cosas y con ese conocimiento del panorama, cuando en 1976 se decide a apostar fuerte en la música encargándose de las voces de una nueva banda, se apoyó en el buen hacer en los teclados y la composición de otro habitual de los musicales de Nueva York de entonces, el pianista y productor Jim Steinmann –que reutilizó algunos temas de su musical “Neverland” para Meat Loaf-, la guitarra del ya veterano de la escena de NY Todd Rundgren (que podemos encontrar en incontables formaciones de rock, pop rock y jazz fusion desde los últimos 60s) y en la batería del popular M.Weinberg (batería de la E Street Band de Bruce Springsteen), entre otros músicos de estudio (varios también de los habituales de B. Springsteen) y además del apoyo vocal de Ellen Foley, otra actriz y cantante con experiencia en Broadway. Con todo esto, empezó a firmar sus resultados con su pseudónimo.
Realmente, “Bat Out Of Hell” fue el primer disco de este proyecto, que siguió carrera regularmente aún con notables cambios en la formación, aunque en 1971 ya había editado un disco bajo el nombre de “Meat Loaf”.
En este nuevo comienzo de 1977 son muy notables las influencias de lo que se viene citando: el musical, la música rock’n roll y do-wap de los 50s y primeros 60s, con sus pianos, su incitación al baile y sus susurrados coros femeninos incluidos, las óperas rock de los Who, Bruce Springsteen... y el emergente aire heavy.
Con una propuesta así en 1977 (emparentable con la que en el momento presentaban también The Eagles, pero en un punto más espectacular y teatral) y firmada por músicos expertos en esos terrenos, “Bat Out Of Hell” era ya un éxito antes de lanzarse: 14 veces platino en los USA, 10 veces platino en UK, 20 en Canadá, y muchos más múltiples platinos en Australia, Alemania... hasta un total de cerca de 40 millones de copias vendidas a día de hoy y la friolera de 476 semanas aguantando en las listas de éxitos americanas.
Es ya uno de los álbumes más vendidos de la historia, y se han grabado dos secuelas, en las que “Meat Loaf” ha intentado reeditar éxito con propuestas musicales similares.
Al margen de los “Bat Out Of Hell”, ha mantenido una trayectoria irregular en lanzamientos, en los que se ha movido por terrenos más cercanos al hard rock convencional, por lo que no es poco habitual el comentario por parte del público hardrockero no entusiasta de Meat Loaf la opinión de que “Bat Out Of Hell” y sus secuelas son los discos más blandos y descafeinados de su carrera.
En cualquier caso, lo que es seguro es que defienden un estilo diferente, menos guitarrero, y que sorprende y maravilla a partes iguales al público mayoritario, enganchando al que guste de la balada grandilocuente de un musical, del rock’n roll de siempre o de la teatralidad en la música.
Pasando más a la descripción, encontramos un corto listado de canciones pero de larga duración, que deja espacio para el lucimiento de una compleja composición con estructuras repletas de cambios de tema.
De arriba a abajo en el disco los pianos llevan la responsabilidad de un conjunto de predominio melódico, enorme gusto por la balada e interpretación excelente, a medio camino del rock’n roll y el musical y con un refrescante aire de heavy metal tradicional sobrevolando momentos puntuales, como todo el impresionante corte homónimo o varios salpicados arranques guitarreros.
Para el que no tenga miedo al sonido más retro (no sólo setentero, sino aquí en parte también a lo 50’s y 60’s) en su máxima expresión, y al rock edulcorado en general, un avance para hacerse una idea en forma de video clip:
y el track list:
1. "Bat out of Hell" – 9:48
El corte más espectacular del idsco, para abrir de manera immejorable, es este archiconocido tema homónimo que combina a la perfección el contagioso dinamismo del rock’n roll de interpretación basada en el piano con el ambiente del heavy metal más clásico. De larga y compleja composición, repleta de cambios, con un estribillo fabuloso y algunos momentos de guitarras dobladas sencillamente maravillosos.
2. "You Took the Words Right out of My Mouth (Hot Summer Night)" – 5:04
Uno de los temas de cariz y melodías cercanos a la balada pero de tempo más dinámico y divertido que tanto se estilaban en los 60s y, en menor medida, los 70s (un formato que desde entonces parece haber caído en desuso, al menos dentro del rock) conducido de nuevo por el piano en otra composición más que destacable que, tras el trallazo inicial del disco, nos introduce en el mundo más melódico de la mayoría del disco. Es uno de los temas readaptados del musical “Neverland” de J. Steinmann, y fue el primer single del disco, a la postre, el menos exitoso de los que se lanzaron.
3. "Heaven Can Wait" – 4:38
Una balada a piano y voz (a los que sólo hay que añadir unos ligeros arreglos de cuerda) de preciosas melodías, que sin embargo no cae para nada en lo más fácil o típico del género, destacando por su complejidad, extensión y acentuado carácter intimismta, demás de por una muy sentida interpretación vocal.
4. "All Revved Up with No Place to Go" – 4:19
Cambiamos la balada por el clásico rock’n roll a medio tiempo de ritmo marcado y talante distendido, y los arreglos de cuerda por unos más notables de viento, y “All Revved Up With No Place To Go” aparece para seguir dando variedad al disco. Aunque es un tema que adquiere encanto al introducirse en su ambiente, puede que ahí quedara si no fuera porque el cambio final que desemboca en un ataque de desenfrenada energía rockera lo levanta hasta convertirlo en uno de los momentos álgidos del trabajo.
5. "Two out of Three Ain't Bad" – 5:23
Segunda balada del disco, de formato más stándard que la anterior, y seguramente también de melodías más immediatas y “melosas”, con mayor instrumentación (lo que la aleja del carácter intimista que se remarca en “Heaven Can Wait” para convertirla en más radiable) y tras los años enormemente incorporada a la cultura popular, hasta el punto de que muchos la reconocerán en su escucha aún sin saber de antemano que se trababa de este tema de Meat Loaf. Valga como muestra de esta “integración popular”, a la vez de como anécdota, el hecho de que –en formato instrumental- sea uno de las melodías habituales que amenizan la espera en los andenes de los trenes de cercanías de Barcelona. Segundo single del disco.
6. "Paradise by the Dashboard Light" – 8:28
Otro tema largo, estructurado en varias partes a cada cuál más reconocible –principalmente dos casi independientes, unidas por un interludio central muy curioso por su ambiente “disco”-, cantada conjuntamente por Meat Loaf y Ellen Folley (es el tema en el que la cantante tiene más peso). Fue el tercer single del disco ¿Una definición? Secillamente, pero en mayúsculas, ROCK’N ROLL.
7. "For Crying Out Loud" – 8:45
Y la última es otra balada, que comienza como “Heaven Can Wait” a piano y voz, para cambiar en momentos con la entrada de una más llena y enérgica instrumentación y unos pomposos arrglos que devuelven, para cerrar el disco y de manera grandilocuente y casi épica, el cariz más heavy (aunque sea en formato balada) del principio con “Bat Out Of Hell”.
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