miércoles, 2 de junio de 2010

1963 - Ronnie Dio & The Prophets - Dio At Domino's

The Vegas Kings, Ronnie & The Rumblers, Ronnie & The Red Caps, Ronnie Dio & The Prophets, The Electric Elves y, por fin, Elf. Son muchas vueltas las que hay que dar para encontrar un nombre, el de Elf, que empiece a sonar a la mayoría de los seguidores de Ronnie James Dio, pero es que los orígenes de la primera banda que dio notoriedad al que sería uno de los mejores vocalistas de la historia del Heavy Metal (y del Rock en general) se encuentran muy lejos de aquellos discos de los primeros 70's que consiguieron llamar la atención de R.Blackmore lo suficiente como para que reclutara a su cantante para Rainbow.

Tanto, como para que una misma banda se pudiera reformar una y otra vez (casi con algún cambio de miembros con cada cambio de nombre) para dar cada vez más protagonismo a Ronnie James, desde el puesto de bajista hasta el de cantante, compositor y estrella absoluta. Tanto, que hoy suena hasta sorprendente decir que la primera encarnación, The Vegas Kings, se formó en 1957, que el primer single está fechado en 1958 y que su primer LP, “Dio At Domino’s”, se grabó en una única actuación en directo en el restaurante Domino de su natal Cortland en Febrero del ’63 con el siguiente track list:

01. Follow Me
02. Blue Days
03. I Left My Heart In SF
04. Red Top
05. An Angel Is Missing
06. Irresistible You
07. I Told You So
08. Everybody’s Got A Dance
09. Don’t Take Your Love
10. Jonny Blue
11. Great Balls Of Fire
12. Love Pains


Para entonces, Dio ya ejercía de cantante y bajista y la banda tenía su nombre más estable y reconocido de su etapa pre-Elf: Ronnie Dio & The Prophets. Para entonces, también, el grupo se había hecho con un sólido repertorio en el que asomaban las primeras composiciones de Dio, las de los más fugaces compañeros de una u otra etapa y algunas versiones de temas de la época.

Es evidente, claro, que esa época era otra muy diferente y que esos temas poco o nada tenían que ver con la música que todos asociamos actualmente al genio de Cortland, NY.
Y es que sí, Ronnie Dio & The Prophets hacían rock ‘n’ roll, pero se movían en los registros más clásicos del género (los únicos que podían haber entonces, por supuesto) y lo teñían de doo wop, pop de la época, soul o R&B. Las influencias, por tanto, de gente tan variopinta como grande de ese momento como Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Phil Spector y sus grupos corales o los grandes del soul de la época estaban más que presentes y los colocaban, por ejemplo, en un sonido similar al de los contemporáneos primeros Beatles, aunque en una versión más americana y menos juvenil.

Es por eso que “Dio At Domino’s” es un fenomenal ejemplo del sonido del alba de los 60’s, además de tener el honor de ser el primer LP en el que participó Dio y de contener el primer tema (ese "Love Pains" del video superior) escrito por él. Pero no es sólo eso.
“Dio At Domino’s” es para cualquiera que haya conocido posteriormente la música de este monstruo del Heavy Rock, y al margen de que pueda o no gustar algo tan remoto en estos días, toda una demostración de cómo puede llegar a ser de enorme la carrera de alguien cuando además de trabajar incansablemente tiene un talento tan desbordante como el que tuvo siempre el maestro Dio.
Elvis era el Rey y Ronnie estaba ahí, los Beatles reinaron y Ronnie seguía creciendo. Llegó el momento del rock duro y Dio llegó a ser el Amo. ¿Qué más se puede decir? Sólo una cosa más. Por tantos años de dedicación, gracias.

martes, 1 de junio de 2010

2010 - H.E.A.T. - Freedom Rock

Parece que es el año en el que las bandas punteras de la generación sueca hardrockera se han propuesto consolidarse, y también HEAT presenta nuevo disco. Segundo, además, como otras tantas, para demostrar que hay algo ahí más allá del bombazo más fácil pero siempre pasajero del debut.
Si la cosa se tratara sólo de música, podríamos decir que, si el primero triunfó, a “Freedom Rock” (y por tanto a HEAT) le irá bien. Porque la apuesta sigue siendo la misma, y es indudable que si nos gustaba el hard rock europeo de corte muy melódico e inspiración ochentera del primer trabajo, nos gustará el sonido que presenta el segundo. Pero a un segundo disco casi siempre se le pide algo más de lo que presentaba el estreno, y por ahí (si es que finalmente “Freedom Rock” no consigue todo el impacto que se le podía suponer) es por dónde puede faltar algo.

Pero todo ese tipo de consideraciones las debe resolver el tiempo, y de momento lo evidente es que los suecos nos traen más material para otra siempre agradable escucha. Más o menos espectacular que la anterior, según cada uno, pero seguro que positiva.
Porque claro, por este mismo camino puede que HEAT no pasen a la historia (después de todo, ya lo hicieron los que "crearon el estilo" y es difícil que se les pueda sumar alguien a estas alturas) pero al menos podemos estar seguros de que vamos a poder pasar con ellos muy buenos ratos.
Os dejo con uno.

2001 - Blue Öyster Cult – Curse Of The Hidden Mirror

La carrera de BÖC en los 90s puede tildarse de poco más que anedótica, si tenemos en cuenta lo prolífica que había resultado la banda años antes y el escaso rendimiento que tuvo entonces. Así que tener un nuevo disco de estudio en 2001 era toda una noticia. En el momento, aquello ya tenía cierto aroma de "último esfuerzo" en el estudio, pero en vista de que pasan y pasan los años y no hay novedades acerca si habrá o no más lanzamientos de este tipo, “Curse Of The Hidden Mirror” está adquiriendo también la importancia de una despedida.
La banda sigue girando, como tantas otras formaciones veteranas que han acabado por retirarse de todos los otros quehaceres de su profesión para limitarse con disfrutar (y hacer caja) con algunos bolos esporádicos, pero nada parece indicar que quiera dedicarse a otra cosa. Si finalmente es una despedida, eso sí, al menos podrán decir que se retiraron a lo grande. No en lo comercial, claro. Muy lejos (tanto que casi hay que contarlo en décadas, más que en años) quedaban los tiempos en que Blue Öyster Cult era una de las bandas de mayor prestigio de la escena Rock y Hard Rock internacional. Y un nuevo disco no iba a remediar eso. Pero sí en lo musical.



Y es que “Curse Of The Hidden Mirror” no crea nada nuevo, aunque eso mismo suene raro en un grupo que se ha caracterizado por su variedad y creatividad, pero sí rescata el estilo más reconocible de estos veteranos hasta el punto en que es posible encontrar cualquiera de los matices que nos hayan atraído de sus clásicos más celebrados en algún momento del álbum. Y todo eso haciendo “temas nuevos”, sin repetirse ni sonar formulistas, que es algo que no todos los grupos de tan largo recorrido pueden decir hoy día.
En ese contexto, "The Old Gods Return" es una maravilla que permite rescatar (conscientemente, si atendemos a la letra) aquellos temas mastodónticos y de estructuras complejas de los primeros años, y puede colocarse perfectamente al lado de un "Cities on Flame".  "One Step Ahead of the Devil" se mete, con otra tanda de riffs espectaculares, en la línea de los clásicos más feroces de su época "en blanco y negro" para recordar, por ejemplo, a un "Hot Rails To Hell". Un buen puñado del resto podría pasar por algunos de aquellos temas elegantemente radiables y más "sencillos" de los últimos años de la formación original, y hasta su escasa producción noventera parece tener "representante" en esta especie de "recopilatorio de nuevas canciones" con "Eye of The Hurricane".
Pero es algo más que eso, aportando a ese viejo estilo BÖC una clase y elegancia difíciles de encontrar y que parece ganada con ese largo tiempo de conocerse y depurarse, o que al menos destaca más (y bien que lo agradece Buck Dharma) con el sonido cristalino de este trabajo.




Porque a esas virtudes hay que sumar la de tener una de las producciones más afortunadas que nunca hayan tenido, que los hace sonar claros y potentes, y un conjunto de temas que, siendo variados en tempo y carácter, resultan mucho más homogéneos como disco que algunos otros anteriores. Rock, clásico, bien hecho, bien tocado, con muy buen gusto y muy personal. Perfectamente reconocible en esas melodías a veces inquietantes y siempre con un punto extraño, que inevitablemente -por su fuerte personalidad- ha conquistado a tantos como ha sido rechazadas por otros que, posibilemente, no se han quedado con ellos el tiempo suficiente para ser conquistados.
Para estos, "Curse of the Hidden Mirror" es otra buena oportunidad de probarlos. Si finalmente es una despedida, para todos será un afortunado epílogo. Y en ese caso, para ellos, muchas gracias y hasta siempre.